CÓMO LA PERSONA HACE FRENTE AL TRAUMA (1)
El poder llegar a hacer frente a la vida cotidiana después de ocurrido el trauma, supone una batalla continua para poder sobrellevarlo. La persona pone todo su empeño para poder lidiar con un cortejo de síntomas muy desagradables, desorganizadores y nada llevaderos, pero sus esfuerzos para poder hacerle frente a los mismos y poder desarrollar de su vida cotidiana, se transforma en una tarea titánica, la cual no llega a ninguna solución eficaz. Y no se debe a que la persona no se implique en su tarea, sino que no cuenta con las habilidades mentales y conductuales suficientes, debido a que el acontecimiento traumático ha provocado un déficit importante en las mismas. La persona trata de evitar contactar, recordar o asociar todo aquello que le recuerde al trauma, porque el mismo acto de tomar consciencia al respecto de lo ocurrido, le hace volver a vivir el terror, la impotencia y/o la desesperanza cuando el acontecimiento traumático sucedió.
La evitación, se convierte en una estrategia nuclear para poder enfrentar el día a día; pero el trauma es como un volcán que está siempre activo, puede entrar en erupción en cualquier momento, sólo basta el mínimo recuerdo para que se desplieguen los intensos síntomas.
