SABIENDO MÁS DE LAS EMOCIONES 2ª parte:

SABIENDO MÁS DE LAS EMOCIONES 2ª parte:

En anteriores entregas de este blog, habíamos comentado que los componentes de una emoción eran los siguientes: percibir el estímulo a través de los órganos de los sentidos, tener una sensación física, experimentar un determinado afecto, elaborar una evaluación muy rápida sin reflexión y tener una determinada tendencia a la acción. Vayamos punto por punto: Percepción del estímulo – de forma directa: participan los órganos de los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, que me permiten ver, o escuchar, o tocar, ya sea a una persona, animal, cosa, o notar calor o frío. De forma indirecta: por ejemplo me cuentan algo que ha ocurrido o está por ocurrir, que podremos aceptar o rechazar debido a las emociones que nos genera. Sensación física que se genera por cambios internos (corazón late más rápido o más lento, estómago se me encoge, se me corta la respiración) y externos que se reflejan en mi cara y en mi cuerpo (palidezco, me sonrojo, abro o cierro los ojos). Afecto: que puede ser sentir agrado o rechazo. Cognición (formas de conocer de la persona: percepción, atención, pensamientos, ideas, imágenes, memoria). Tendencia a la acción: implica acciones motoras, por ejemplo: un cierto acercamiento si es algo que nos apetece, o bien un alejamiento si es algo que rechazamos, etc. Todos estos componentes se dan simultáneamente cuando sentimos una emoción. Tendemos a pensar que las emociones están separadas de los pensamientos, pero ambos se dan conjuntamente. Quizás esta tendencia a la separación viene ya desde la antigüedad, y ha estado muy influenciada esta división por razones culturales y religiosas que obedecen a momentos históricos, que han justificado la separación entre la reflexión y el sentir. Quedando el sentir muy mal parado, porque siempre ha sido mal visto y ha soportado una carga muy peyorativa a lo largo de los siglos considerando la pasión por un lado y la razón por otro.

Así es como se ha visto desde siglos a la razón-cerebro y a la emoción-corazón, como dos entidades separadas y antagónicas, que luchan entre sí mismas. Aunque ellas no peleaban entre sí, eran nuestras ideas y prejuicios las que instaban a que ambas estuviesen en conflicto.

Actualmente, vemos que ambas entidades están a la misma altura, y son tan importantes tanto lo racional como lo pasional. Es más, para un sano funcionamiento vital ambas deben estar integradas, sólo así se garantiza un funcionamiento saludable a nivel psicológico y emocional. Nos sentimos más plenos y funcionamos mucho mejor, de una forma más operativa.

Sabemos que el cerebro está formado por millones de neuronas y que la conexión entre las mismas conllevan procesos electro-químicos que generan las emociones.

En la 1ª parte de esta entrega, hemos visto como las investigaciones sobre la función cerebral nos facilitan la comprensión de las emociones, porque nos muestran las rutas que se establecen a nivel cerebral, es decir que partes del cerebro se activan y entran en conjunción con otras para cumplir determinadas funciones neuroelectroquímicas, como pueden ser que las neuronas actúen activando o inhibiendo la secreción de los neurotransmisores, que son las sustancias químicas encargadas de la transmisión de las señales desde una neurona hasta la siguiente a través de las sinapsis . Todo ello se traduce en emociones que llevan implícitas determinadas necesidades, y las mismas se llevan a cabo mediante una tendencia a la acción.

Veíamos que la corteza cerebral era la encargada de un procesamiento de nivel superior, teniendo la función de poder distinguir con precisión elementos que son similares pero distintos. La corteza interviene en el conocimiento de orden superior, y conjuntamente con otras estructuras como el hipocampo, ambos participan en procesos como ser: la memoria a largo plazo, la información sobre el reconocimiento del contexto: que nos permite precisar en dónde y cuándo ocurrió algo. Vemos que la mayor parte de los procesos mentales de orden superior se dan en la corteza cerebral.

En cambio la vía tálamoamigdalina, no precisa de la corteza para realizar un aprendizaje emocional. En muchas ocasiones podemos llegar a experimentar reacciones emocionales sin saber a qué se deben, sin saber a qué estamos respondiendo, esto nos lleva a plantearnos que las emociones se manifiestan de forma inconsciente. Muchas veces nos sentimos contentos, o tristes y no sabemos el motivo, es decir, lo desconocemos pero ello no quiere decir que no haya ninguna razón que haya provocado ese estado de ánimo, simplemente, no somos conscientes de ello.

Glosario:

Percepción: según la RAE: Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos.

La percepción sería la estimulación que nos llega del mundo exterior por medio de los órganos de los sentidos.

Sentir:según la RAE: Percibir una sensación proveniente de un estímulo externo o del propio cuerpo.

Cognición: según la RAE: Capacidad del ser humano para conocer por medio de la percepción y los órganos del cerebro. Es la capacidad de procesar la información a través de la percepción.

Neurotransmisor: según la RAE: Sustancia que transmite los impulsos nerviosos en la sinapsis.

Sinapsis: Es el mecanismo de comunicación química y/o eléctrica entre dos o más neuronas, con el fin de transmitir un impulso nervioso destinado a coordinar una función en el organismo.

Edison Meneses Torre

Psicólogo-psicoterapeuta

Atención psicológica adolescentes y adultos

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